Todo lo que necesitas saber sobre la vitamina D: funciones, niveles óptimos y cómo obtenerla
3 minutos de lectura · 08 Apr 2024
La vitamina D, conocida como "la vitamina del sol", realmente actúa como una hormona y juega un papel fundamental en la salud y el bienestar del organismo. En este artículo, exploraremos en profundidad su importancia, funciones, niveles óptimos, fuentes y estrategias para asegurar una adecuada ingesta.
¿Qué es la vitamina D?
La vitamina D es única entre las vitaminas, ya que nuestro cuerpo puede sintetizarla en la piel mediante la exposición a la luz solar. Una vez producida o consumida en la dieta, se convierte en una forma activa de la vitamina D en el hígado y los riñones, desempeñando un sinfín de funciones en el organismo.
Funciones de la vitamina D
La vitamina D es conocida por su implicación en el metabolismo óseo y la salud del hueso, facilitando la absorción de calcio y fósforo. Otras funciones atribuidas a la vitamina D son su participación en la regulación del sistema inmunológico, la modulación de la inflamación y la protección contra enfermedades cardiovasculares, entre otros.
Niveles óptimos de vitamina D
Los niveles óptimos de vitamina D en sangre han sido objeto de debate en la comunidad científica. Sin embargo, la mayoría de las organizaciones de salud coinciden en que los niveles por encima de 30 ng/ml son adecuados para la salud ósea. Sin embargo, para maximizar sus beneficios en otros aspectos de la salud, como la inmunidad y la prevención de enfermedades crónicas, algunos expertos sugieren mantener niveles por encima de 50 ng/ml.
Consecuencias de tener baja la vitamina D
Si los niveles de vitamina D se encuentran por debajo de 20 ng/dl estaríamos hablando de un déficit, mientras que si los valores se sitúan entre 20-30 ng/ml se consideraría insuficiencia.
Unos niveles de vitamina D bajos pueden relacionarse con fatiga, sensación de cansancio durante todo el día así como dolor muscular y articular. Si los niveles se mantienen disminuidos a largo plazo, podrá verse comprometida la salud ósea, el funcionamiento del sistema inmune y habrá mayor riesgo de desarrollar enfermedades como la diabetes tipo 2 o la hipertensión arterial.
Fuentes de vitamina D: cómo obtenerla
Además de la exposición solar, es posible obtener vitamina D a través de la dieta. Los pescados grasos como el salmón, el atún y la caballa son excelentes fuentes de vitamina D. Los alimentos fortificados, como algunos lácteos, también pueden proporcionar una cantidad significativa de vitamina D en la dieta.
Sin embargo, la cantidad de vitamina D en los alimentos naturales es limitada, lo que hace que la exposición solar siga siendo la principal fuente de este nutriente. Es recomendable exponerse diariamente al sol, unos 20 minutos, en cara, escote y brazos y sin protección solar, para contribuir al mantenimiento de unos niveles óptimos de vitamina D.
Consideraciones sobre la suplementación
La suplementación con vitamina D puede ser necesaria para mantener niveles adecuados, especialmente en personas con poca exposición solar, como aquellos que viven en latitudes altas o pasan la mayor parte del tiempo en interiores. Sin embargo, es importante consultar a un profesional de la salud para determinar la dosis adecuada.
Conclusiones
La vitamina D es un nutriente esencial para la salud y el bienestar general. Maximizar los niveles de vitamina D a través de la exposición solar segura, la ingesta adecuada de alimentos ricos en vitamina D y, cuando sea necesario, la suplementación bajo supervisión de un profesional de la salud puede tener beneficios significativos para la salud ósea, inmunológica y cardiovascular. Mantener unos niveles óptimos de vitamina D es una estrategia clave para una vida saludable.
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